ANA MARÍA CISTERNAS: LA ÚNICA MUJER ZAPATERA DE ANGOL

Con 62 años a cuestas y 45 años trabajando entre la curtiembre y cientos de calzados, la angolina Ana María Cisternas es la única mujer zapatera de la ciudad de Los Confines.
Con cuatro hijos a cuestas, ha logrado salir adelante gracias a esta noble labor. "Corrió cuando estaban mis hijos estudiando y no tenía como comprarles zapatos: yo estaba sola, y recogí unos zapatos por calle chacabuco para mi hijo que iba al liceo. Ahí se me ocurrió de que podía arreglar zapatos, de eso vivo y de costura. Igual me voy comprando mis máquinas", quien además cuenta que a sus hijos hijos los hizo estudiar para que sacaran sus profesiones a futuro.
"Tengo muchos clientes en Angol porque dicen que las cosas las hago bien, cambio plantas, tapillas, incluso le hago todo el zapato de nuevo, manualmente, lo hago cocido a mano".
Pese a que todo lo hace a mano, lo que más anhela la señora Ana María es una máquina zapatera para poder trabajar mejor. Además trabaja cuidando a un abuelito de 93 años durante la noche. "He buscado la oportunidad de tener una máquina zapatera pero nunca he tenido suerte, costaba como 300 mil pesos, y no la he podido tener".
El mensaje para todas las mujeres por parte de doña Ana es "sino van a estudiar mejor que trabajen en otra cosa para salir adelante como yo lo he hecho". Tras cartón, sigue reparando un par de calzados a mano.
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