Este 24 se conmemora la designación de José María Caro como primer Cardenal Chileno

Con motivo de celebrarse este 24 de Diciembre la designación como Cardenal del Arzobispo José María Caro, www.canaldenoticias.cl reconoce esta figura como una de las más destacadas de Chile, por tal motivo conversó con el Párroco de la Parroquia Inmaculada Concepción, Patricio Trujillo, quien se refirió a la celebración.

¿Quién fue el Cardenal José María Caro?

Ante todo, es conveniente recordar que José María Caro Rodríguez, fue el primer Cardenal de Chile, nacido en Pichilemu el 23 de junio de 1866, hijo de don José María Caro y de la señora Rita Rodríguez, siendo él el menor y único varón de un total de cuatro hijos.

También hay que decir que, desde pequeño, estuvo separado de sus padres, viviendo con sus abuelos, para lograr una mejor educación.

Como se ve, se trata de una persona cuya vida es bastante común y simple, se desarrolla bajo el cariño de los suyos, pero también experimenta las dificultades propias de la vida.

Es interesante advertir que él, como muchos de los que ahora somos sacerdotes, también él, al parecer, comenzó a acercarse a la Iglesia y a vivir su fe, de forma más práctica y profunda, cooperando como acólito (esto es, ayudando al sacerdote en la celebración de la Santa Misa). La verdad es que esta misión produce en el alma de los jóvenes una situación tan particular que aquellos que la hemos vivido podemos comprenderla con mayor facilidad.

Por lo mismo, pienso, que bajo la influencia que produce en el alma la Santa Misa, el contacto cercano y la dirección espiritual con un sacerdote, se siente llamado al sacerdocio, por lo que en 1881 ingresa al Seminario para comenzar su formación sacerdotal.

Es muy importante mencionar que después fue enviado a Roma, al Colegio Pio Latino (donde vivía) para realizar sus estudios superiores en la Universidad Gregoriana, lo que le ofrece una experiencia de Iglesia muy interesante. Vivir y estudiar la teología junto a la tumba de San Pedro y en contacto con sacerdotes y laicos de todo el mundo es una experiencia extraordinaria.

¿Cuál es el legado que dejó  el Cardenal Caro?

El legado que, según mi opinión, nos deja la vida de Monseñor Caro es muy rico y variado. Por ejemplo la fortaleza y fuerza de voluntad para enfrentar la vida, asumiendo desafíos que parecen muy complicados, confiando en que Dios puede hacer maravillas con nosotros cuando nos disponemos bien y de corazón, es un primer testimonio, como digo, no de lo que somos capaces de realizar, sino de lo que Dios puede realizar con nosotros. Con razón el lema episcopal de Monseñor caro fue: "Dios es nuestro refugio y fortaleza".

Por otra parte, y en una sociedad en que cada vez pareciera ser que cada uno se especializa en esto o aquello, el Cardenal nos deja un gran ejemplo de los que significa aspirar a ser una persona íntegra, el no sólo era un clérigo con mucha capacidad en lo referente a la pastoral, o no sólo era un clérigo muy bien dotado intelectualmente, o sólo muy piadoso. El Cardenal Caro tenía una sensibilidad pastoral muy desarrollada, seguramente porque intelectualmente tenía muy clara la teología y porque esa teología no pasaba sólo por la cabeza, sino también por el corazón, particularmente en su cercanía a Dios en la oración y la Santa Eucaristía. O sea, con esto digo que el Cardenal no era un gran pastor, ni un gran intelectual, ni tampoco un hombre muy piadoso, el Cardenal Caro era todo eso junto (Santo, Pastor y Doctor).

Seguramente, desde su propia condición y origen, desarrolló una gran cercanía a la gente y una importante capacidad de empatía y solidaridad, por cuanto era capaz de asumir y comprender con mucha facilidad los dolores y alegrías de las personas, compartiendo de cerca sus gozos y esperanzas. ¿Cuánta influencia habrá tenido este testimonio suyo, intelectual y pastoral, en la opción preferencial por los pobres que a futuro asumió la Iglesia chilena?

Hay que recordar también, que el Cardenal Caro nos deja un legado muy valorable, desde el punto de vista intelectual y doctrinal, de hecho escribió varios libros que fueron de gran inspiración para muchas personas, sólo por nombrar algunos: "Fundamentos de la fe"; "El Matrimonio Cristiano"; "La Iglesia y los obreros"; "¡Misterio! descorriendo el velo"; "¿Por qué creo?"; "El misterio de la masonería", etc.

¿Qué mensaje le daría a los feligreses?

Bueno, en primer lugar les diría que debemos elevar nuestra alma a Dios para dar gracias por el gran testimonio que nos da en la persona de uno de los nuestro, lo que evidencia que poniendo nuestra vida en las manos de Dios, como "Nuestro refugio", y aportando nuestro esfuerzo personal, Dios puede lograr maravillas en cada uno.

Que siempre será necesario tener presente que cada uno tiene una misión importante que cumplir, que nadie está demás, y que se hace muy importante descubrirla para que nuestra existencia se llene de sentido.

Que, a la luz del ejemplo del Cardenal, debemos procurar la integridad de nuestra persona, mientras más rezamos, más nos formamos, más nos cultivamos, etc., cuánto mejor para nosotros y para aquellos con los que nos corresponde hacer el camino de la vida.

Es como si Dios tuviera un libro en el que cada página tiene en la parte superior nuestros nombres, si yo no la escribo al final de la historia esa página estará en blanco, nadie la va a hacer por mí. La vocación y la misión de cada uno en esta vida es una gracia y un compromiso, esforcémonos por vivirlas con alegría, fraternidad, responsabilidad, sencillez y decisión, Dios que ha comenzado en nosotros esta obra buena, Él mismo la llevará a término.