DISCAPACIDAD VISUAL DE ANGOLINO NO HA SIDO OBSTÁCULO PARA SALIR ADELANTE COMO EMPRENDEDOR

A sus cortos 32 años, Carlos Cifuentes Paillal puede decir que es el más antiguo emprendedor que trabaja en el Parque Vergara, donde desde hace 18 años se dedica a arrendar autitos para niños que transitan dentro del recinto.
COMIENZOS
"Yo comencé aquí trabajando para otra persona que tenía los autitos. Yo tenía en ese entonces 14 años y me pagaban por mi trabajo. Luego, el 2011, a través de un proyecto del Senadis, ya que yo tengo una discapacidad visual, presenté un proyecto que me permitió independizarme con mis propios autitos. De ahí en adelante he ido aumentando los carritos y comprando algunos nuevos como los Go Kart, que en esos incluso se pueden subir adultos de hasta 100 kilos, nos comenta este emprendedor.
Miembro de una familia de escasos recursos, donde debió aprender a ganarse la vida desde muy joven, Carlos Cifuentes de a poco y con mucho sacrificio ha ido adquiriendo más autitos, algunos de construcción artesanal y otros ya más sofisticados, cuyos precios son también bastante más altos.
MODELOS
"Yo tengo de dos tipos. Unos más pequeños que los pueden dirigir los papás, de construcción más casera pero que son muy solicitados y más económicos y otros ya más sofisticados pero más caros, como los Go Kart".
Si bien Carlos ha tenido una serie de dificultades en sus años trabajando en este rubro, todas las cuales ha logrado sortear, la peor de ellas ha sido el robo que sufrió el año pasado de dos de sus Go Kart, donde perdió cerca de un millón de pesos.
ROBO
"Esto fue en noviembre del año pasado, cuando me estaba instalando. Dejé los autos para ir a buscar los otros y cuando volví ya no estaban, me habían robado dos de los más caros y nuevos. Cada uno de ellos me había costado 480 mil pesos y hasta el día de hoy no los he vuelto a ver. Queda solo una gran rabia, pero hay que seguir trabajando, no se puede hacer más", comenta resignado el esforzado microempresario.
AGRADECIDO
Actualmente Carlos Cifuentes agradece a Dios porque no le ha faltado el trabajo y ha podido salir adelante y sacar también adelante a su hija Antonella Alejandra de tan solo siete años. Asegura que mucha gente lo prefiere y eso lo pone contento, ya que entiende que está haciendo las cosas bien y que su servicio es del agrado del cliente.
Pese a que reconoce que la competencia es cada vez más alta, él asegura que "hay para todos" y que así como a él, espera que a todos les vaya bien.
Tweet